viernes, 6 de junio de 2014

¿Soy acaso yo guarda de mi hermano?

Nos alejamos de los demás para que no se metan en nuestras vidas, cuando la palabra dice que debemos estar al cuidado de nuestros hermanos… pienso que al hacer esto de alguna forma estamos siendo como Caín cuando le respondió al Señor: soy acaso yo guarda de mi hermano? El egoísmo gobierna en nuestras vidas, el egoísmo por compartir la palabra de Dios, el egoísmo por compartir con nuestros hermanos en la fe, cuando Dios derramo de su Espíritu Santo cuando en el aposento alto estaban todos unánimes en RUEGO y ORACIÓN; no esperes que el poder de Dios se derrame mientras tu estés alejado de tus hermanos. Hoy muchas personas están huyendo del pueblo de Dios porque simplemente no han encontrado ese hermano mayor entre nosotros, ese que les enseñe; si ellos quieren ser el Timoteo de ti Pablo… Ellos están esperando que tú les guíes, pero tu posición de “sacerdote” no te deja ser el buen samaritano que cura las heridas; no te deja ser el padre que se alegra al ver que su hijo prodigo regresa… A esta necesidad pienso que debemos recapacitar y ser los obreros que necesita nuestra mies, peleamos por posiciones, por ser nosotros exaltados… acaso se nos ha olvidado que el grande es el señor? Y que nuestra labor es la reconciliación del mundo que está en tinieblas y guiarlo a nuestro Padre que está en los cielos; no el protagonizar el papelón de “el gran ministro”. Despierta Iglesia Cristo viene pronto.